Machinedrum: del Club a tu Casa con Human Energy
Machinedrum nos habla de producción, el mundo de los plugins y sus arpegios de guitarra a 156BPM.
Travis Stewart lleva sacando música bajo su alias Machinedrum desde 1999. Es un verdadero metamorfo—mezcla a la perfección la música de baile con géneros como el R&B, el IDM e incluso a veces las grabaciones de campo.
Su sonido está formado por una espontánea mezcla de instrumentos acústicos, electrónicos y samples. Los sellos con los que ha ido publicando su música a lo largo de los años se encuentran en la lista de los más influyentes de la música dance: Merck, LuckyMe, Hotflush, Planet Mu y Ninja Tune entre otros.
Ha colaborado con artistas como Praveen Sharma (a.k.a. Braille) en Sepalcure, Jimmy Edgar en JETS y Jim Coles (a.k.a. Om Unit, 2Tall, Nyquist) en Dream Continuum. Human Energy—su nuevo LP—está lleno de vocales grabados para la ocasión, con los que reemplaza sus habituales samples. Prácticamente cada track es una colaboración que fusiona varios géneros y cuenta con vocalistas y guitarristas de diversos universos musicales.
Nacido en Calorina del Norte, Stewart se ha movido entre Nueva York y Berlín, hasta establecerse de forma definitiva bajo el sol de Los Ángeles, California. Cuando visitamos su casa en Echo Park, sentimos claramente que había encontrado una nueva fuente de espiritualidad y Energía Humana. Su home studio—con vistas a un exuberante jardín—combina el aroma a salvia e incienso con los sonidos, creando así un espacio sinestésico y orgánico.
El centro de su estudio es un teclado MIDI de 88 teclas. Para una artista de su envergadura, esperábamos toparnos con paredes cubiertas de sintetizadores y otras máquinas. Pero en su lugar encontramos un estudio refrescante, elegante y minimalista, una habitación en donde surge la magia—un enfoque cada vez más frecuente en la producción musical.
Descubre los detalles de Human Energy y nuestra conversación con Machinedrum sobre la transición del concepto al álbum final, sus colaboraciones y su proceso creativo
¿Cuáles son tus ideas e influencias mientras trabajas en tu último LP Human Energy y cómo hiciste para plasmarlas en canciones?
Hay ciertas ideas esotéricas e inspiraciones que influenciaron la creación de Human Energy, pero están interpretadas de forma más literal en el mundo visual creado por los directores artísticos de Ultramajic. En lo que respecta a la música, quería hacer algo diferente y retarme a escribir música de otra forma. Al tratar de seguir haciendo la misma música que en los últimos cinco o seis años, la inspiración se desvaneció.
Uno de los grandes cambios ha sido mi independización de los samples. Quería ser menos esclavo de los samples como fuerza suprema en mis tracks. Así que decidí hacerlo creando una plantilla de Ableton Live que me limitara a usar únicamente sintetizadores durante el proceso de composición de una canción. Aunque hay algunos momentos en los que el 808 se integra claramente a la percusión, el resto de los elementos de la canción fue creado usando un VST-I, los plugins de Live, mi guitarra o la voz de alguno de mis amigos. Quería usar los vocales de mis amigos y tratarlos como samples, como en mis antiguas canciones, en las que partía de populares acapellas de R&B de los 90.
También quería dejar de lado la composición basada en acordes menores usando la transposición que dominaba la mayoría de mi trabajo hasta el momento. También quería plantearme un reto: escribir en claves mayores en lugar de menores. Es muy difícil escribir en mayores sin sonar un poco cursi. Es posible que el álbum choque un poco con las expectativas de aquellos que estaban acostumbrados al sonido polvoriento y apagado de mis anteriores trabajos. Quería crear algo que los sacara de la zona de confort, tal y como yo hice cuando lo escribí. Ahí es donde tiene lugar el verdadero descubrimiento.
Quería crear algo que los sacara de la zona de confort, tal y como yo hice cuando lo escribí. Ahí es donde tiene lugar el verdadero descubrimiento.
Me llama la atención tu colaboración con Tosin Abasi. “White Crown” es un track increíble. Tu deslumbrante producción y su virtuosismo con la guitarra crean un conjunto de ritmos y timbres ricos y llenos de energía. ¿Cómo fue escribir esta canción y trabajar con él?
En un principio comencé a crear la canción sin él y escribí esa loca progresión de arpegios. Empecé a sentir una energía muy heavy metal y se me ocurrió la idea. “¡Tengo que trabajar este track con Tosin!”. Ya había intentado colaborar con él hace unos años cuando vivía en Berlín. No contábamos con la posibilidad de meternos en el estudio a trabajar juntos así que él me enviaba alguna que otra idea y yo trataba de crear un beat alrededor de la misma. Pero por desgracia nunca terminamos de desarrollar ninguno de los proyectos.
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Ahora que vivo en Los Ángeles, decidí que era el momento idóneo para conectar en persona. Fui a su estudio con una primera versión de la canción. Le pregunté “¿qué te parece copiar el arpegio tal cual con la guitarra?”. Preguntarle eso a cualquier otra persona habría sonado a locura. ¡Sabía que era la persona indicada! Así que comencé a jugar con las diferentes secciones del arpegio de sintetizador—como dos tiempos o así—a una velocidad lenta para que Tosin pudiera aprenderse las partes. Poco a poco fui subiendo el tempo mientras Tosin trataba de seguirme. Una vez llegamos a 156 bpm, el tempo original del track, comenzamos a grabar. Fue un momento increíble.
En tu álbum se escuchan diversas influencias de la música de baile: Baltimore club, footwork, juke, bass, etc. ¿Qué has aprendido del club como espacio artístico y cultural?
Creo que la música de baile une a las personas, independientemente de su raza, sexo o cultura. También las une sin importar su pasado y su conocimiento musical. La buena música de baile saca a relucir el comportamiento tribal que vive en el interior de cada uno de nosotros. El reto en este caso era hacer buena música de club que también funcionara en casa. La mayoría de mi música favorita acaricia la estrecha línea que divide estos dos mundos.
El reto en este caso era hacer buena música de club que también funcionara en casa. La mayoría de mi música favorita acaricia la estrecha línea que divide estos dos mundos.
Gran parte de la música club proviene de un área urbana específica y termina siendo globalmente aceptada. Crecí en Carolina del Norte, donde no existe realmente una cultura de clubbing, así que me acostumbré a buscar música de diferentes lugares del mundo y dejar que me influenciara. ¡Si hubiera sido fiel a mis raíces, seguramente estaría tocando música country o algo así!
¿Cómo ha evolucionado tu configuración de estudio hasta alcanzar su estado actual? ¿Puedes hablarnos un poco de algunos de los componentes principales y explicarnos cómo se integran a tu proceso creativo?
Desde muy joven me acostumbré a hacerlo todo en mi habitación. Hasta los veintitantos casi no podía permitirme más que un ordenador, unos altavoces y un controlador MIDI. Cuando por fin pude construir un estudio de verdad, no compré mucho más que una tarjeta de sonido, un ordenador, unos monitores y un controlador mejores.
El piano MIDI de 88 teclas supuso un gran cambio. Crecí tocando el piano de mi madre así que quería volver a poder escribir de esa forma. La forma en la que creas melodías y progresiones de acordes cambia totalmente cuando tocas al mismo tiempo registros más bajos.
En el mundo de los DAWs es muy fácil perderse en un universo de plugins y probar cosas nuevas constantemente. Aunque es importante hacerlo para descubrir las diferentes posibilidades y ver qué funciona mejor en tu caso, puede resultar una gran distracción y hacer cada vez más difícil que encuentres tu “sonido”.
En el mundo de los DAWs es muy fácil perderse en un universo de plugins y probar cosas nuevas constantemente. Aunque es importante hacerlo para descubrir las diferentes posibilidades y ver qué funciona mejor en tu caso, puede resultar una gran distracción y hacer cada vez más difícil que encuentres tu “sonido”. Así que creé una plantilla en Ableton Live que me obligase a usar los mismos instrumentos en cada track. Es un poco como comprar un material determinado y escribir un álbum usando solo esas herramientas, pero ocupa menos espacio en tu estudio y te ahorra mucho dinero.
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Llevas sacando música más de 15 años con diversos estilos y enfoques. Durante este tiempo, ¿qué aspecto de tu proceso de producción no ha cambiado en absoluto? ¿Y cuál es el que más ha cambiado?
Diría que aquello que no ha cambiado en absoluto es que sigo haciendo la mayoría del trabajo en el DAW. Sólo he cambiado de DAW una vez, de Impulse Tracker a Ableton Live. Pero mi enfoque para componer cambia constantemente en el DAW. Ya sea limitándome a una serie de BPMs concretos, samples o estilos. Y la verdad es que no hay nada que haya cambiado demasiado
Anteriormente has mencionado que eliges tomarte temporadas sin ir de gira para meterte en el estudio. Muchos productores hoy en día—sobre todo aquellos que giran mucho—hacen música en la carretera, en habitaciones de hotel, o en cualquier lugar posible. ¿Por qué es importante para tu proceso creativo encerrarte en el estudio durante un tiempo?
He hecho música en hoteles, aviones, trenes y básicamente en cualquier lugar por pura necesidad. Antes tenía que hacer tours todo el tiempo para pagar mis facturas. Y sigo necesitando actuar bastante actualmente—así que he tenido que hacer pausas para concentrarme en el estudio. Está bien hacer tracks para tocarlos en el club mientras estás de tour. Pero para escribir un álbum cohesionado creo que es más difícil encontrar el estado de ánimo adecuado. Esto significa que ya no hago música mientras giro. Simplemente es una forma de crear diferente. Normalmente durante las giras trabajo más en remixes, edits y singles.
¿Cómo descubriste LANDR?
Creo que vi uno de esos anuncios en Facebook una y otra vez—[risas]!
Dices que usas LANDR como herramienta para preparar rápidamente un track para el club antes de actuar. ¿Puedes explicarnos un poco cómo lo usas?
He probado VSTs de masterización con resultados de todo tipo. LANDR vuelve este proceso mucho más sencillo y evita muchos dolores de cabeza. Te permite tocar en el club una canción que has creado el mismo día. Especialmente cuando estoy de tour y no tengo la oportunidad de probar la canción en la que estoy trabajando en unos monitores en condiciones.
Siempre y cuando deje un buen headroom, LANDR hace que pueda tocar un track al instante nada más entrar al club esa noche. No me tengo que preocupar de que suene demasiado flojo, distorsionado o plano. También te da una buena idea de como podría sonar si enviaras la canción a un ingeniero de masterización de carne y hueso.
Muchas veces, si hay un elemento que destaca demasiado en la mezcla, da bastante la nota en la canción masterizada. Cuando tienes fechas de entrega muy ajustadas, como yo a veces, no te puedes permitir el lujo de esperar a escuchar la masterización para realizar esos pequeños ajustes.
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