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Cómo comenzar una canción: 7 formas de comenzar a componer
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¿No sabes cómo comenzar una canción?
Es muy fácil sentirse perdido a falto de inspiración a la hora de componer.
Comenzar con una página en blanco o una sesión de DAW vacía puede provocar ansiedad.
Pero no es tan horrible como parece. Recuerda, en la composición todo vale. Solo tienes que escoger un punto de partida y ceñirte a este.
Así que, para ayudarte a dar el primer paso adelante, a continuación te mostramos 7 puntos de partida para superar los bloqueos creativos.
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1. Comienza con un tono
Conseguir un buen tono en tu sintetizador o tu guitarra puede ser muy inspirador.
Los tonos te ayudan a crear una energía en tu canción. El tono perfecto aporta esa energía y te permite generar ideas a partir de esta.
Así que conecta tu equipo y prueba algo que no hayas hecho nunca antes:
- Coloca tus pedales de efectos o tus plugins de efectos en un orden diferente
- Edita el sonido más extraño de tu sintetizado
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Una vez hayas encontrado el tono adecuado, deja que su vibración y su color te guíen. Los otros elementos de tu canción debería de comenzar a tomar forma – todo ello gracias a un tono inspirador.
Los tonos te ayudan a crear una energía en tu canción. El tono perfecto aporta esa energía y te permite generar ideas a partir de esta.
2. Comienza por la estructura
A veces necesitas un mapa para llegar al lugar que estabas buscando. En la composición ocurre lo mismo.
Prueba a comenzar con un plan a seguir para construir tu canción. Este plan te ayudará a hacerte una idea de tu canción incluso antes de empezar.
Decidir por adelantado si quieres crear una canción con una estructura clásica o una pieza larga de drone resultará menos intimidante.
Una vez hayas trazado tu plan inicial, recuerda adaptarte a la dirección que la canción comienza a tomar. No pasa nada si tomas un atajo o decides cambiar de camino si algo funciona especialmente bien.
No importa cómo llegues a la línea final. Lo importante es tener un plan que te guía desde el principio y te ofrezca algunos recursos creativos incluso antes de empezar.
3. Comienza por el estribillo
Comenzar con una melodía vocal que resulte pegadiza y reconocible y construir a partir de esta siempre es una buena idea.
Algunos géneros ponen más énfasis en los estribillos vocales que otros, pero puede ser una forma válida de comenzar para muchos géneros.
Incluso cuando no eres un vocalista, cantar es una forma básica de conectar con tu música. Prueba a cantar o tararear por encima de tus canciones para ver si puedes encontrar un estribillo.
Los estribillos no siempre vienen a la primera de cambio, pero pueden aparecer en tu mente en el momento más insospechable. Graba estas ideas y úsalas como puntos de partida para tus composiciones.
Incluso cuando no eres un vocalista, cantar es una forma básica de conectar con tu música.
4. Comienza con un ritmo
Comenzar con un ritmo es una forma genial de definir el sentimiento general de tu canción antes de comenzar a crear.
Prueba a superponer un ritmo de batería en tu DAW, o usa un pedal de loop para crear un patrón rítmico con tu instrumento preferido. Los samples de batería también suelen ser útiles.
Trata de percibirlos como una especie de metrónomo para que tu canción avance. Prueba a usar nuevas medidas o polirritmos para expandir tu biblioteca de grooves.
Puede que resulte más sencillo crear una melodía improvisando sobre un par de acordes que desde cero.
Tampoco tienen por qué terminar en la versión final de tu canción. Simplemente úsalos como punto de partida.
5. Comienza por la harmonía
Las progresiones de acordes son el esqueleto de tus canciones. Desarrollar tus progresiones de acordes en un primer momento te puede ser de ayuda a la hora de resolver problemas estructurales.
Comenzar por la harmonía te ofrecerá más contexto para experimentar con el resto de elementos. Puede que resulte más sencillo crear una melodía improvisando sobre un par de acordes que desde cero.
¿No sabes cómo comenzar a crear tu propia progresión de acordes? Consulta nuestra guía.
Escucha cómo los acordes se complementan entre sí mientras los combinas. No tienes por qué seguir las reglas – los acordes son simplemente un punto de partida.
Experimenta con progresiones poco comunes para comenzar. Si suena bien, suena bien.
Comienza con un verso y crea una melodía que se ajuste a tu letra.
6. Comienza por la letra
A veces todo la energía de una canción depende de un verso. No te preocupes si escribes una letra genial pero no tienes una canción con la que acompañarla.
Escribir primero un par de versos hará que toda la letra suene de forma mucho más natural.
Comienza con una frase y crea una melodía que se ajuste a tu letra. Puede ser un buen punto de partida para ayudarte a crear el resto de elementos.
7. Comienza por un riff
Una melodía corta y reconocible puede tener un papel esencial en tus canciones. Un riff se puede convertir en una melodía principal, una línea de bajo o un vocal.
Usa un riff potente para comenzar a crear tu canción con una identidad clara.
Los riffs siempre han sido muy importantes en la música por una simple razón. Un buen riff es todo lo que necesitas para comenzar una buena canción.
Prueba a tocar combinaciones de notas sencillas con tu instrumento. Los mejores riffs son tan agradables de tocar que de escuchar, así que ya sabes.
Da un paso adelante
Comenzar una canción no tiene por qué dar miedo. La inspiración puede aparecer de muchas formas distintas.
Experimenta con estos diferentes puntos de partida y descubre su efecto en tu proceso creativo.
No te calientes la cabeza escribiendo progresiones de acordes si prefieres crear un riff simple o ajustar los parámetros de tu sintetizador.
Cada enfoque ofrece resultados diferentes. Solo tienes que encontrar el que mejor se ajuste a tus sentimientos y energía en cada momento.
Ahora que ya tienes algunas ideas sobre cómo estimular tu creatividad en tu próxima sesión, vuelve a disfrutar de las infinitas posibilidades a la hora de comenzar una canción.
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Michael Hahn is an engineer and producer at Autoland and member of the swirling indie rock trio Slight.
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