8 errores a evitar cuando haces un arreglo
Ponlo todo en su lugar.
En la producción musical, siempre oyes hablar de la mezcla, la grabación y la edición.
Pero hay una etapa de la creación musical que solemos olvidar a menudo.
El arreglo.
El software DAW ha hecho que los arreglos sean más fáciles de hacer que nunca. Pero existen algunos errores de arreglo que los músicos cometemos muy a menudo.
A continuación explicaremos cómo evitarlos y así hacer un mejor arreglo—Y aún más importante, hacer mejor música.
1. No te obsesiones con los detalles
Ten siempre toda la canción en mente. Cada sección tiene que fluir con las demás.
Obviamente, tienes que centrarte en los detalles para que la canción sea interesante.
Pero no te obsesiones con una parte específica.
Recuerda: tu mejor punto de referencia es la onda general de tu canción. Si te atascas en una parte específica, vuelve al principio y escucha todas las pistas a la vez.
Centrarte demasiado en tus transiciones y obsesionarte con los detalles hará que tus producciones pierdan naturalidad.
Así que pule los detalles. Pero hazlo tomando en cuenta el resto de tu canción.
2. Lo bueno se encuentra en los detalles
El arreglo es cosa de los pequeños detalles. Esos acentos que tanto gustan a los oídos. Son los sonidos a veces no escuchas en un primer momento.
Deja que tu oyente descubra cosas nuevas cada vez que le da al play. Hay muchas formas de hacerlo:
- Usa las automatizaciones para crear las transiciones
- Dale la vuelta a un loop aleatorio en algún momento de tu canción
- Usa el silencio de forma creativa
- Aumenta el volumen de una de las pistas lentamente mientras la canción progresa
Experimenta con los detalles. Siempre y cuando no sea demasiado obvio, puedes hacer cosas bastante locas.
No importa lo que hagas, haz cambios sutiles en tu arreglo. Hará que tus canciones sean más interesantes.
3. Conoce tus límites y úsalos a tu favor
Todos hemos pasado por ahí. Estás duplicando cada parte. Y moviendo tus pistas de un lado a otro. Añadiendo un verso nuevo. Duplicando un estribillo. Añadiendo un poco de esto y de aquello.
Y antes de que te percates, tu temazo de 5 minutos se ha convertido en una nana de 16.
Sé implacable. Si NECESITAS absolutamente añadir una sección, recórtala y no mires atrás. ¡Pero no la borres! Nunca sabrás cuando volverás a necesitarla.
Algunas de las mejores canciones de la historia son obras maestras gracias a su sencillez. Así que sé breve y deshazte del relleno.
“Hacer lo complicado sencillo, increíblemente sencillo, eso es la creatividad.”
-Charles Mingus
4. Crea puentes, no islas
El arreglo es cuestión de construir puentes entre cada parte. Puede que tengas una isla de guitarras por aquí y una isla de sintetizadores por allá.
Construye un puente entre tu isla de sintetizadores y tu isla de guitarras.
Sin transiciones interesantes, las canciones suelen sonar demasiado lineares y rígidas. Así que crea puentes interesantes para conectar todas las hermosas islas.
Consejo práctico: Tu intro y tu outro son muy importantes. No comiences y termines tu canción de golpe. Crea suspense desde un primer momento y crea un final que la gente recordará.
5. Si lo conoces, úsalo
A la hora de hacer un arreglo, lo simple siempre es mejor.
Cada uno tiene su particular concepto de “simple”. Así que cíñete al tuyo propio.
Si decides experimentar con nuevas técnicas de arreglo, asegúrate de conocerlas antes como es debido.
Forzarte a usar ciertos procesos en tu canción porque sí puede hacer que eches a perder tu arreglo en un instante.
Practica diferentes técnicas de arreglo y aprópiatelas. Si conoces tus herramientas, tus canciones sonarán más fluidas.
6. No seas aburrido
Hoy en día hay un problema muy serio en los arreglos musicales. Se llama ‘visión de rejilla’ y puede afectar a cualquier músico. No dejes que te ocurra lo mismo.
En la mayoría de DAW, los arreglos se hacen sobre una rejilla. La mayoría de veces resulta muy útil. Tus pistas se ajustan a ella, con lo que resulta sencillo desplazar cada elemento.
Pero hace algo más: que tus canciones se vuelvan lineares, previsibles y francamente aburridas si te ciñes demasiado a ella.
Cuidado con la rejilla. Trabaja sin tenerla en cuenta siempre que puedas.
La mayoría de DAW permiten ocultar la rejilla.
Trata de desactivar este modo y haz que una pista entre un poco adelantada o un poco atrasada. Tú decides.
Esto le dará a tu mezcla un toque más humano. Y te evitará ser víctima de la ‘visión de rejilla’.
7. Superpón con cuidado
Superponer sonidos aporta profundidad a tus canciones. Las capas son lo que hacen que tu música capture la atención del oyente.
Asegúrate de que existe un equilibrio entre tus pistas. Si hay demasiados eventos en un mismo lugar, no tengas miedo de deshacerte de algo.
Para añadir una sutil capa de profundidad, trata de usar un ligero pad que se extiende a lo largo de tu canción. O añade un loop de una grabación de campo a tu mezcla.
Pero ten cuidado—no te pases con las capas. Si añades demasiadas, tu canción se convertirá en una pasta heterogénea.
8. No te olvides de tu lead
Puede que resulte evidente. Pero ocurre muy a menudo.
¡Durante tu arreglo, TIENES que acordarte de tu lead! No construyas nada por encima de este, sino a su alrededor.
Arregla cada parte para complementar tu lead, no para luchar con él. Los arreglos demasiado complicados harán que tu lead se disipe rápidamente.
Esto es algo que puedes arreglar durante la fase de mezcla, obviamente. Pero si comienzas por un arreglo claro y limpio, la fase de mezcla será más sencilla.
Así que deja que tu lead brille y sitúa el resto de tu canción a su alrededor.
Los arreglos tienen truco
Los arreglos son una forma de arte. La única forma de dominarla es experimentar al máximo. Y hacerlo a menudo.
Trata de volver a abrir un proyecto que ya habías terminado y vuelve a hacer el arreglo para practicar. Cada segundo cuenta.
Puede que tengas solo 7 pistas para hacer el arreglo. Pero existen millones de formas de organizarlas.
Relájate y suéltate para hacer un arreglo. Tus canciones te lo agradecerán.
Y tus oídos también.
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