Cómo usar mejor las referencias de mezcla gracias a la Masterización Ilimitada de LANDR
Consigue mejores referencias y mezclas gracias a la masterización ilimitada.
Las referencias de mezcla… Si haces música, seguramente hayas oído hablar de ellas. Muchos ingenieros y artistas las usan. Básicamente, las referencias de mezcla son el arte de revisar tu mezcla.
Pero las referencias de mezcla clásicas están viviendo una revolución — gracias a los avances tecnológicos y el acceso a la masterización ilimitada.
Las referencias de mezcla tradicionales consistían principalmente en comparar tu canción con una canción masterizada diferente. Pero gracias al poder de la masterización instantánea e ilimitada, ahora los artistas tienen acceso inmediato a feedback masterizado usando sus propias mezclas.
Puesto que se trata de un nuevo concepto, hemos querido tomarnos un momento para explicar qué posibilidades ofrece este nuevo sistema de referencia, y destacar cómo la masterización ilimitada puede mejorar tu workflow.
¿Qué son las referencias de mezcla?
El término ‘referencia de mezcla’ es muy amplio. Puede ser la comparación de tu mezcla con alguna otra música para ver cómo suena.
También puede ser escuchar tu mezcla en diferentes contextos de escucha para ver cómo suena en cada caso.
Algunos de los tests clásicos son:
- El coche
- En mono
- En altavoces pequeños (solo tweeters)
- Auriculares
- Altavoces de ordenador
- Incluso el altavoz de tu teléfono
Estos son los principales contextos, puesto que tus fans escucharán tu música de esta manera el 90% del tiempo.
Masterización: Una nueva manera de ver las referencias de mezcla
Hasta ahora, las referencias de mezcla giraban principalmente alrededor de tu ‘mezcla’. Normalmente, con una exportación cruda de tu proyecto—sin terminar ni masterizar. Pero la masterización rápida lo ha cambiado todo.
Gracias a la aparición de la masterización instantánea, las referencias de mezcla pueden gozar de los beneficios de la masterización a lo largo del proceso.
He aquí algunas formas interesantes de usar la masterización ilimitada para resolver algunos problemas típicos de mezcla.
Abusar del nivel de los kicks en tu mezcla
A todos nos gustan los kicks que destacan en la mezcla y la dan a la canción un ritmo claro. Pero subir demasiado su nivel durante la etapa de mezcla puede provocar problemas en tu masterización.
La principal causa de este problema es el uso de monitores o cascos pequeños y poco adaptados a la mezcla. El kick puede sonar limpio durante la mezcla, pero provocará distorsión audible en la masterización.
Usa LANDR para encontrar el punto perfecto, en el que tu kick sigue teniendo presencia sin provocar distorsión en la masterización. Esto te ayudará a mejorar en el uso de la compresión y el control de los niveles de tu mezcla.
Esto te ayudará a mejorar en el uso de la compresión y el control de los niveles de tu mezcla.
Añadir un poco de compresión a tu kick en la fase de mezcla te servirá para evitar los efectos limitadores utilizados durante el proceso de masterización.
Añadir pequeñas cantidades de compresión en diferentes puntos de tu mezcla funciona mejor que añadir más al final.
Masterizar cada vez que realizas un ajuste te guiará a través del proceso y te mostrará cómo y cuándo usar compresión en la mezcla. Encuentra los puntos distorsionados de tu masterización y realiza ajustes en cada una de las etapas. Así es como este proceso suena en acción…
He aquí un ejemplo de kick con un nivel demasiado alto en la mezcla:
Es posible que este kick suene bien en tu mezcla, pero no resultará sorprendente que distorsione en tu primer test de masterización:
Ahora escucha la mezcla con un nivel más bajo en el kick y un poco de compresión, basada en lo que hemos escuchado en la masterización:
El kick sigue presente pero suena más claro y brilla más en la mezcla. Ni demasiado alto, ni demasiado bajo. El nivel perfecto…
El bajo se come todo tu headroom:
El bajo es la parte más difícil de la mezcla. Uno de los principales problemas de los estudios caseros es la falta de bajo, o su poca precisión.
Cuando produces música rica en bajos (como trap o EDM) en este contexto, puede inducir a algunos errores…
Cuando crees que el nivel del bajo no está suficientemente alto en tu mezcla, la tendencia es subir los niveles hasta que lo escuchas (no mientas, todos lo hemos hecho). Se trata de una mala idea cuando trabajas particularmente con bajos al estilo 808, fundamentales para muchos estilos musicales hoy en día.
Su pitch suele ser muy bajo (entre 20 y 40Hz) y tienen muy poca información armónica. Por ser breve, esto significa que tus oídos no pueden usar los armónicos para engañar a tu mente y que escuche el pitch fundamental.
Subir el nivel de tu línea de bajo en la mezcla eliminará cualquier atisbo de headroom en un instante.
Subir el nivel de tu línea de bajo en la mezcla eliminará cualquier atisbo de headroom en un instante. Durante la masterización, el bajo cargará demasiado el limitador y lo escucharás con gran distorsión.
¿Y cómo lo arreglo? Con una combinación de referencia de mezcla, un poco de EQ y saturación, una masterización y la mejora de tu contexto de monitoreo (prueba a usar cascos).
He aquí cómo usar tu masterización para verificar tus frecuencias bajas y arreglar tu mezcla. Esta mezcla tiene una línea de bajo cuyo nivel está demasiado alto. Un montón de frecuencias de sub están enturbiando los bajos:
Subir el nivel de tus frecuencias sub para poder escuchar tu línea de bajo en la mezcla acabará con el valioso headroom que necesitas para conseguir una buena masterización. De este modo, la masterización de esta mezcla va a sonar bastante mal en los bajos y tendrá distorsión:
Después de referenciar la masterización, queda claro que este necesita un pequeño ajuste en la mezcla. Basándome en lo escuchado en la masterización, he vuelto a mi proyecto y he añadido unos pocos armónicos de bajo con Maxxbass.
Un poco de EQ básica también funciona, o algo de saturación para que el 808 destaque un poco más sin necesidad de subir el nivel.
Así es como suena mi correción:
Pero no hemos terminado. Verifica siempre tus decisiones de mezcla con otra masterización para asegurarte de que el nuevo procesamiento tiene el efecto deseado y resuelve el problema. Aquí está la masterización de la nueva mezcla:
El bajo suena mucho más claro y destaca sin acabar con el headroom del resto de elementos. El resultado global es una mejor mezcla y masterización.
Masterizar con frecuencia funciona
Por supuesto, usar la masterización para referenciar tu mezcla no tiene por qué ser tan específico. Masterizar a lo largo de tu proceso creativo te ayudará a la hora de:
- Decidir en qué dirección irá tu mezcla
- Progresar en tus ideas de mezcla creado versiones de cada proyecto
- Experimentar con ideas y correcciones de mezcla
- Hacerte una idea de tu resultado final masterizado
- Probar tu mezcla y tu masterización en múltiples contextos
Estas son solo algunas de las formas de introducir la masterización múltiple a tu proceso creativo. Los tres pasos del proceso “Masterizar con frecuencia” deberían ser algo así:
Fase 1: Mezcla rápida de niveles
Ya has acabado de escribir, editar y arreglar. Genial. Aquí empieza lo divertido.
Comienza tu mezcla haciendo ajustes básicos en los niveles. Trata de crear una mezcla rápida usando solo los faders antes de pensar en aplicar efectos o procesadores.
Establece los niveles de forma inteligente y cauta, para poder escuchar y entender los sonidos crudos antes de adentrarte en su procesamiento.
Una vez hayas creado las bases de tu mezcla, puedes exportarla de tu DAW y subirla a LANDR.
Tómate un descanso, hazte un café y toma un poco el aire. Vuelve relajado y escucha tu masterización.
¿Corresponde a lo que habías imaginado? ¿Es tu masterización fiel a tus decisiones de mezcla rápida?
Aprender a conocer tu mezcla con una masterización rápida te ayudará a tomar decisiones más adelante, así que conserva la versión cruda para usarla como referencia durante el proceso.
A menos que seas Dave Pensado, es probable que estés bien lejos de tu meta, aunque mucho mejor equipado para realizar tu mezcla adecuadamente.
Todas las decisiones que tomas a partir de aquí serán mucho más sencillas, puesto que ya tienes unos fundamentos.
Hazlo una y otra vez, hasta que estés contento con la base.
Fase 2: Mezcla creativa rápida
Una vez tienes las bases, comienza a aplicar efectos de audio creativos (delay, chorus, phaser, etc.), además de un poco de compresión, ecualización, panning, y cualquier cosa que se necesites.
Ten siempre en mente mezclar dejando headroom para evitar la distorsión más adelante. No subas el nivel de tus VST demasiado y trata de hacer que el master fader se encuentre alrededor de -10 o -15 para dejar un montón de headroom para las siguientes etapas de mezcla.
Una vez hayas aplicado tus efectos básicos y compresión, exporta tu mezcla y súbela a LANDR. ¿Hay algo de distorsión? ¿Vas en la buena dirección? ¿El low end resuena como tu quieres?
Recuerda, el final de los sonidos y las capas de los efectos creativos suelen ganar cuerpo durante la fase de masterización. Es importante asegurarte de que no estás dándole demasiada potencia durante esta fase y realizar los ajustes necesarios basándote en cómo suena tu masterización.
Llegado a este punto, deberías trazar una estrategia para terminar la canción.
Fase 3: Finalización
¡Tu mezcla empieza a tomar forma! Llegado a este punto, deberías trazar una estrategia para terminar la canción.
Plantéate las siguientes cuestiones:
- ¿Cómo está mi rango dinámico?
- ¿El bajo suena como yo quería?
- ¿Todos los elementos de mi mezcla son audibles y están bien consolidados?
- ¿Son audibles todos los elementos de mi mezcla o algunos deberían estar más bien al fondo?
- ¿Mis efectos están funcionando como yo quería? ¿O están afectando directamente a alguna idea original de la primera masterización?
Sube tu mezcla a LANDR y escucha la masterización en diferentes contextos (incluídos coche y auriculares). Plantéate las cuestiones anteriores en cada uno de esos contextos.
Recuerda que estás trabajando para conseguir la mezcla final perfecta. Ocúpate de los problemas específicos después de cada escucha de la masterización. Incluso el más pequeño puede alterar tu masterización, así que realiza verificaciones a menudo.
Céntrate en la ‘calidad’ de los elementos individuales. Por ejemplo, ¿suena mal el kick cuando escuchas la versión masterizada en el coche?
Vuelve a tu mezcla y juego un poco con el EQ y la compresión hasta que encuentres el punto perfecto. Exporta, masteriza y vuelve al coche.
Listo para cualquier cosa
Una vez los elementos individuales suenen bien Y crean un conjunto sonoro con sentido, estás en las fases finales. Llegado aquí, deberías realizar ajustes pequeños y rápidos. Masteriza y escucha tanto como puedas. Comparte tus versiones e invita a amigos a sesiones de escucha para recibir su feedback.
Solo tú puedes decidir cuando algo está terminado. El truco es fijarte un objetivo muy alto y saber en qué tienes que fijarte.
La mezcla es cosa de rigor. La masterización instantánea te ofrece feedback valioso sobre cómo sonará tu canción una vez terminada.
Así que usa las referencias a menudo y aprovecha el lujo de la masterización instantánea e ilimitada — porque la masterización ya no es el último paso…
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