Por qué una buena portada es clave para el éxito
La vista siempre será parte del oído.
Recuerdo colgar discos en la pared de mi habitación cuando era pequeño. El arte de las portadas creaba un pequeño mundo mágico.
Pintaba un cuadro que correspondía perfectamente a cada medida musical. Los discos eran objetos sagrados que yo amaba.
Volvamos al presente. Un presente en el que toda la música se escucha online. Las portadas son ahora reducidas a un pequeño cuadradito del tamaño de una pelota de golf.
No lo suficientemente grande como para crear un universo…
Pero esto no significa que las portadas ya no son tan importantes. De hecho, son más importantes que nunca en lo que respecta a la promoción musical.
Las portadas de discos siguen teniendo su efecto. Pero de formas diferentes.
Puede que no funcione como hace 20 años. Pero sigue siendo una forma poderosa de representación que todo músico debería tener en cuenta.
Por muchos motivos…
Todo igual que el resto
Las plataformas de streaming como iTunes, Spotify y Youtube son herramientas muy poderosas.
Todo el mundo las utiliza gracias a su fácil uso. Lo organizan todo de la forma más sencilla posible.
Pero el concepto del album suele sufrir las consecuencias de esta simplificación.
Los albums se suelen limitar a: artista, nombre de pista, nombre de album.
Además, todo aparece con la misma fuente, las mismas columnas, y el mismo aspecto que cualquier otro album.
El único espacio que te puedes apropiar
Por eso el pequeño cuadradito que contiene la portada—normalmente el 10% del total de la página—es ahora mucho más importante.
Las páginas como SoundCloud y Bandcamp ofrecen un mayor espacio personalizable a los artistas.
Por eso siguen siendo la elección obvia para los artistas independientes.
Pero en las plataformas en las que todo tiene exactamente el mismo aspecto, tu portada es lo único que depende solo de ti.
Cuando los albums pasaron a ser digitales
Cuando la música comenzó la transición al mundo online, el álbum seguía siendo el formato más popular. Por eso el iTunes Store tuvo tanto éxito hace unos años.
Antes de la aparición del streaming, era normal que los consumidores de música compraran y descargaran discos enteros (¡ahhh! ¡qué tiempos aquellos!).
Aunque se podían diseccionar, mover y reordenar y añadir a playlists, los albums seguía siendo consultados de la misma forma que las publicaciones físicas. Durante un tiempo, el formato album simplemente hizo su transición al mundo online.
Estos días ya son agua pasada.
La muerte del album
El streaming es ahora la nueva norma y el formato album sigue perdiendo peso como consecuencia directa.
Tomemos el ejemplo de Apple. La relativamente reciente aparición de su plataforma de streamin Apple Music es una muestra del estado actual de la industria musical.
También marca un distanciamiento del modelo de “descarga de albums” que iTunes hizo tan popular.
Se rumorea incluso que iTunes se está preparando para hacer desaparecer la descarga de música para siempre, para centrarse exclusivamente en su plataforma de streaming, Apple Music—cosa que Apple ha desmentido.
Sean cuales sean los planes para iTunes, queda claro que el streaming es el futuro.
¿Y qué quiere esto decir para el album? ¿Y específicamente para las portadas de discos?
El efecto playlist
El mayor efecto del streaming sobre el album ha sido la popularización de las playlists.
En la actualidad, los algoritmos sugieren música a los usuarios. Y así se consume la mayoría de la música.
Los albums ya no se escuchan de principio a fin. En su lugar, algunos tracks son extraídos de los albums y añadidos a las playlists automáticas.
¿Y sabes qué aparece cuando una canción está en una playlist? SU PORTADA.
Si a alguien le gusta una canción en una playlist, la portada se ha convertido en el primer punto de acceso para la investigación más profunda. La imagen es el punto de partida del descubrimiento.
Las portadas son el puente entre una canción y el descubrimiento de un album, grupo o productor.
La portada sigue siendo un espacio vital para atraer la atención del público, contextualizar una canción o contar la historia de todo un disco.
Y además hace que las personas correctas pasen de una escucha pasiva a una escucha activa. Convierte a los oyentes casuales en superfans.
Las portadas venden ¿Pero quién compra?
¿Sabes lo que pasa cuando alguien se convierte en un superfan? Que compra tu disco.
Un estudio reciente sobre el consumo de música realizado por Nielsen muestra que solo el 14% de los consumidores de música son superfans.
Pero los “superfans” representan un 34% de las compras de música.
Así que los nuevos fans que han clicado en tu portada so mucho más susceptibles de comprar tu música.
Y esto no significa solo digital. También afecta a las publicaciones físicas.
Cuando hablamos de discos, el físico importa
El formato físico está recobrando popularidad a pesar del streaming.
Tomemos el vinilo como ejemplo:
En 2015, en los EEUU se vendieron más de 9.2 millones de discos de vinilo. Esto representa un aumento del 52% respecto a 2014.
¿Y a qué se debe este aumento? En gran parte a las portadas y a la cualidad física de los discos.
Nik Pollinger, antropólogo digital y especialista en comportamiento del consumidor, habló recientemente con la revista TIME sobre la importancia del album físico:
“Lo que mostramos en público es utilizado para mandar mensajes sociales sobre nuestras identidades. Mostrar nuestros gustos musicales siempre ha tenido un papel importante para mucha gente por este motivo. [Poseer una colección de vinilos] reinstaura esta posibilidad.”
Cada paso cuenta
Las portadas te representan. Representan cada paso en la transición de oyente casual a superfan.
El streaming no ha acabado con la necesidad de la portada. La ha vuelto aún más importante.
Las portadas ya no son solo la foto delantera de un disco. Forman parte de tu propia marca online.
La música siempre sera la representación última de tu proyecto. Obviamente.
Pero sigue habiendo un elemento visual clave para el éxito. Y para eso está la portada.
En 2015 se reprodujeron 317000 millones de canciones en streaming. Y esto implica que al mismo tiempo 317000 millones de portadas fueron visualizadas.
La transición de la música al mundo online tuvo sus efectos colaterales. Como la calidad del sonido. Pero si algo ha ganado importancia, es la portada.
Es el acompañante de tu música allá donde va.
Y la imagen que crea un universo.
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