Pelada: música política entre Acid Techno y Punk
Asistir a un concierto de Pelada es de alto octanaje. Tobias Rochman produce un fondo de techno mordaz para los poderosos y contundentes vocales en español de Chris Vargas.
En algún lugar entre el techno y el punk de los 90, con una clara inclinación por las pistas de baile, el duo de Montreal es una figura al alza en la escena electrónica underground de la ciudad.
Después de verlos actuar en sudorosas raves, queda muy claro que Pelada conecta de forma instantánea con el público a través de sus actuaciones en directo. Chris lo electrifica con energéticos gritos y movimientos de baile, mientras que Tobias mantiene la sala a ritmo con sus tremendas percusiones analógicas y sus sintetizadores (TR-707, SH-101 y TB-303 lo acompañan en el escenario).
Es poco frecuente ver cantantes en directo en actuaciones de techno. Cuando piensas en la música lírica, el techno no suele estar de los primeros de la lista—pensarás más bien en pop, rock, rap, punk u otros géneros. Eso es lo que hace que Pelada destaque: estás en medio de la multitud bailando a ritmo del potente techno, pero al mismo tiempo disfrutas de la crudeza del canto en directo.
Aunque no descifres el significado de las letras, la importancia es evidente. Chris escribe sobre la vigilancia, la rabia y la opresión. Pelada es un llamamiento al baile y la rebelión.
Adéntrate en el fascinante universo de Pelada, con quien tuvimos el placer de hablar en MUTEK Montreal el pasado mes de agosto. Conversamos sobre su dinámica de colaboración, su enfoque único de los vocales y mucho más.
Leticia Trandafir: ¿Cómo os conocisteis y empezasteis a colaborar?
Chris Vargas: Nos conocimos hace mucho tiempo, cuando trabajábamos en la misma empresa de ventas, pero no nos hicimos amigos de verdad por aquel entonces. Solo fue hace unos años, cuando el proyecto en solitario de Tobias ‘Tobias Rochman’ y el mío aparecieron en el mismo cartel. Por aquel entonces me estaba empezando a interesar por la música electrónica—su aspecto más bailable y divertido.
Después de verlo actuar pensé, “creo que debería hablar con él y ver si sería posible hacer una colaboración.” Así que se lo comenté y decidimos vernos en otro momento para hablar de música y ver qué pasaba. Hicimos nuestro primera actuación juntos en el festival Slut Island y después simplemente nos pareció una buena idea seguir con el proyecto.
L: ¿Cuáles eran vuestros proyectos en solitario antes de comenzar a trabajar juntos? ¿En qué escenas musicales os inspirasteis para este proyecto?
C: Mi única experiencia musical anterior fue con 14 o 15 años. Tocaba la batería. Pero no duró mucho. Más adelante me uní a un proyecto llamado Pelvic Floor junto con cinco personas más — el proyecto sigue vivo, pero no hemos hecho nada en bastante tiempo. Es un proyecto industrial experimental con micros de contacto, metales y mucha parafernalia electrónica. Así que es muy diferente de lo que acostumbro a hacer con Tobias.
Creo que la magia de que alguien te vea en directo es que no conoce tu proceso, ni sabe cómo has llegado a ese lugar.
Tobias Rochman: Yo tocaba el sintetizador en el grupo Cosmetics en algunas de sus giras. Fuimos a EEUU algunas veces, y yo era como el miembro satélite auxiliar. Un día me dieron mi primer sintetizador, y a la semana ya estábamos de tour. Tenía pequeñas pegatinas en las teclas para acordarme de las notas.
Acabé volviendo a Vancoucer, con mis propios trastos. Así que cuando empecé, hacía música de un estilo diferente, pero con el mismo método de trabajo, porque era el único que entendía. No sabía nada sobre el MIDI o el Control Voltage por aquel entonces. Comencé por probarlo todo, como un one-man band, y fue bastante complicado. Pero en estos últimos cuatro años trabajando con Chris he cambiado mi técnica bastante y he aprendido unos cuantos trucos.
L: ¿Cuáles son vuestras más profundas influencias musicales
T: Recuerdo cuando era niño. Mi padre daba clases de aerobic en el YMCA. Iba con él porque no tenía quien me cuidara en casa. Me sentaba en una de sus colchonetas a leer los cómics de “Silver Surfer”. Un día invitó a un DJ local para que mezclara cassettes de música house. Trabajó en la radio durante muchos años, con lo que sabía como encontrar un DJ, y pidió música house. Le hicieron mezclas especiales, que luego otros profesores del YMCA le pedían prestadas. Si eras el instructor con la más fresca y original mixtape de house, ¡eras el rey! Así que él estaba muy orgulloso. Y recuerdo estar ahí sentado al fondo, observando. Creo que muchas de las experiencias que tenemos como niños las recuperamos una vez somos adultos. Muchas veces nos preguntamos de dónde provienen nuestros gustos e intereses — dónde empezaron, qué los originó.
También recuerdo que en 2001, hacia el final de la escena rave original de los 90. Ya eran los años 2000, pero había una rave en Halifax. Recuerdo estar en un bus con las ventanas tintadas de camino a un lugar secreto. Llevaba una camiseta de Sid y Nancy, y era muy punk en aquella época. No recuerdo nada. Pasé una noche genial pero nunca me llegué a interesar por la música house, techo o drum’n’bass. Pero aquella noche de verano, con 14 años, tuve una pequeña muestra de lo que era… Pienso mucho en ello. Siempre lo hago.
Después de tocar las canciones cada noche, tiendo a deconstruirlas o destruirlas… Así que durante las semanas de gira el material suele evolucionar.
C: Mi padre no era demasiado melómano, pero mi madre si. Los fines de semana, era momento de hacer las tareas del hogar Así que nos poníamos todos a limpiar la casa y nuestras habitaciones. Pero mientras tanto, ella ponía la radio a todo volumen. A veces ponía el canal colombiano — mucha cumbia y salsa de los 90 que crecí escuchando. Y luego pasaba a la música americana, que le encantaba: Tina Turner, Prince, Donna Summer — esta última le obsesionaba de verdad.
Así que crecí escuchando música sobre pasar un buen rato o celebrar la vida de alguna manera. Y especialmente la cumbia, que siempre es una fiesta, con una mezcla de tristes historias y formas misóginas de hablar de las mujeres… Pero siempre me resultó divertido escuchar esta música.
Y luego, cuando era adolescente, me interesé por la música melancólica y pensaba: “¡Esto si que es música!” También me metí en el mundo de a poesía y escribía sobre cosas tristes. Ahora no me va tanto.
L: ¿Cuál es el proceso y la rutina cuando producís una canción juntos?
C: Creo que todo empieza por la música.
T: No hay un método universal. Algunas canciones llevamos tocándolas cuatro años, y otras cuatro semanas. Llevamos canciones a las giras, y giramos mucho. Después de tocar las canciones cada noche, tiendo a deconstruirlas o destruirlas… Así que durante las semanas de gira el material suele evolucionar.
Y luego, cuando volvemos, entramos en el estudio con Pierre Guerineau [de Essaie Pas], y él nos ayuda a añadir los detalles técnicos que van más allá de nuestra base de conocimientos actual. Tratamos de estar abiertos a nuevas ideas respecto a la forma en que una canción nace. No existe una forma correcta de llegar al producto final. A veces trabajamos en las canciones y seguimos cambiándolas durante años. A veces compramos nuevo material de estudio y transponemos la viaje música al nuevo material. E incluso durante este proceso el timbre cambia.
Las actuaciones y los discos son plataformas de diferente tipo. Ofrecen cosas diferentes.
C: A veces también dejamos espacio para la espontaneidad a la hora de tocar una canción — por si necesitamos extender alguna parte, etc. La última vez, estábamos trabajando en una canción, y justo antes del concierto Tobias mencionó que utilizaría una nueva línea de bajo. Y yo pensé “Oh, dios mío”. Pero suele funcionar bien, siempre nos ayudamos. Y fue un momento genial cuando ocurrió — sonaba muy bien y fue muy divertido cantar sobre ella. Así que creo que es importante dejar ese espacio para probar cosas durante un directo.
T: Solo hago algo así cuando confío en lo que estoy ofreciendo. No lo hago aposta. Pero a veces, algo me apasiona y…
L: ¿Cómo es la interacción en vuestro trabajo entre actuar en directo y grabar en el estudio?
T: Hemos experimentado mucho con las dos formas de crear. Hemos llevado ideas al estudio para refinarlas. También hemos creado cosas al 100% en el estudio y luego las hemos llevado al directo con la intención de recrearlas de la forma más honesta posible. Tratamos de estar abiertos a todo, como he dicho antes. Si te atascas en un solo método de trabajo, es posible que los resultados se vuelvan previsibles. Creo que la magia de que alguien te vea en directo es que no conoce tu proceso, ni sabe cómo has llegado a ese lugar. Así que podría haber ocurrido de cualquier forma posible entre bastidores.
C: Me parece resulta bastante confuso comprender el proceso de grabar algo que hemos hecho en directo y alcanzar el mismo nivel de energía que en un directo. Sigue habiendo muchos gritos, pero hemos vuelto a escuchar algunas de las canciones y nos hemos dado cuenta de que algunas cosas funcionan mejor en la grabación que en el directo, y viceversa. Las actuaciones y los discos son plataformas de diferente tipo. Ofrecen cosas diferentes. Así que no sé, es algo nuevo para nosotros — o para mi, personalmente — entender en qué punto nos encontramos en cada cosa, porque son totalmente diferentes. Ofrecen diferentes tipos de identidades.
L: Totalmente. Especialmente porque vuestro directo es tan energético y tiene tanta “vida”. A veces os preguntaréis: “¿Cómo vamos a poner eso es el disco?”
C: Creo que aún así, los discos son bastante energéticos, pero representan un estado de ánimo diferente.
T: Personalmente, no me gusta la ideología purista. Tratamos de luchar contra ella. Creo que los debates como analógico contra digital, o modular contra software están un poco pasados. Y me encantaría — al menos con el arte que hacemos — sentirme a gusto en la época en la que vivimos, y con las herramientas que tenemos. Cualquiera que te diga que sólo hay una forma de hacer las cosas, es un charlatán. Así de sencillo.
L: Hablemos de vuestras letras. En primer lugar, ¿por qué escogisteis el español como lengua para vuestras canciones?
C: Creo que escribir letras en inglés seguramente habría resultado muy fácil, o mucho más fácil de lo que me resulta escribir en español. Quería escribir en español aunque no teníamos una idea clara de como sonaría, o cómo funcionaría en directo. Lo mismo ocurrió con los gritos: no estaba segura de que fuera a hacerlo desde el principio. Y ahora me he acostumbrado y me siento confiada — me permite transmitir un poco de agresividad a través del español. Me suena mucho mejor cantar en español.
Cualquiera que te diga que sólo hay una forma de hacer las cosas, es un charlatán. Así de sencillo.
La gente dice que tal vez cantar en inglés sería más pertinente, ya que más gente entendería lo que digo. Pero no creo que me esté necesariamente dirigiendo a un público marginalizado, simplemente quiero transmitir las tradiciones del lugar en el que crecí. Y no hablo demasiado español fuera de mi familia más cercana, con lo que resultó una buena oportunidad para ello.
L: ¿Cuáles son los temas que tratas en tus letras?
C: No sé por qué está pregunta me resulta difícil de responder… Escribir en español, y a menudo actuar ante un público que no habla español, son formas de escudarme de la honestidad con la que a veces digo las cosas. Hay un par de canciones personales, incluso autobiográficas.
También trato de hablar de cosas sobre las que Tobias y yo conversamos. Nuestra música es una buena plataforma para contar algo desde nuestro punto de vista común. Hay una canción, “Córrale”, que habla sobre cómo atravesamos internet y las pocas aplicaciones que están encriptadas. Tu información es tan personal, pero resulta tan complicado tener una conversación privada en línea. Resulta difícil concebir que no vas a proteger tu identidad con todo el corazón. Es un problema que tengo yo, personalmente, pero que afecta a todo el mundo.
Creo que sería difícil crear música totalmente apolítica, teniendo en cuenta el clima en el que vivimos… Cualquier arte que creas existe en este contexto, quieras o no.
T: Creo que sería difícil crear música totalmente apolítica, teniendo en cuenta el clima en el que vivimos. Creo que has de estar muy ciego para querer presentar un mensaje apolítico a alguien que se pasa el día oyendo hablar sobre el fascismo. No es por meterme en el papel del artista demasiado… pero creo que negar totalmente este hecho sería casi una falta de respecto. Cualquier arte que creas existe en este contexto, quieras o no. Así que, sin ser moralizante, si vas a hacer arte en 2017, observa un poco el plano histórico. ¿De verdad sólo vas a hablar sobre tu ego? Tal vez lo hagas, y está bien, no hay una sola forma correcta de hacerlo. Pero me opino que si estás usando la rabia y la violencia, y liberándote de ellas mientras ignoras el mundo que te rodea, te equivocas. Esa es mi visión sobre el tema.
L: Hablemos de vuestra actuación en MUTEK. ¿Cómo la habéis preparado, y qué habéis previsto para la ocasión?
T: Llevamos tocando el mismo set como unos seis meses. Lo tocamos en Nueva York, Chicago y Philadelphia, entre otros. Lo hemos probado en todos los contextos. Así que pensamos: por una vez, tenemos este set, que está muy bien preparado, ensayado y practicado. ¿Qué podemos hacer para mejorarlo? Uno de los puntos débiles que he detectado — en mi forma personal de actuar — es que, como no usamos ordenadores, siempre hay un bajón entre canciones, lo cual está bien. En un concierto divertido, estos 10 o 20 segundos de silencio permiten a la gente aplaudir. Pero en un contexto de música electrónica, sería matar el ambiente. Eso se considera pecado capital.
Así que lo que hemos tratado de hacer con este set es usar las canciones que más hemos tocado y tratar de enlazarlas de la forma más fluida posible. Tratamos casi de fundir las canciones. Así que podrías escuchar una melodía de la siguiente canción por encima del beat. Tratamos de inspirarnos en los DJ sets para preservar el momentum tanto como podamos. Nos sentimos con confianza respecto al contenido, así que nos preguntamos: ¿qué más podemos hacer para hacerlo aún mejor? Esa ha sido nuestra misión en los últimos meses.
L: ¿Cuáles son los planes de futuro de Pelada?
T: Volvemos a Nueva York después de MUTEK para actuar con Container y Via App en Sunnyvale. Luego vamos a regresar e ir a Los Angeles para un concierto con The Jesus & Mary Chain y Cold Cave.
C: Eso será en octubre. Es un festival llamado Cloak and Dagger.
T: Es un festival gótico al que hay que ir vestido de negro.
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