Momentos en la Música: 10 Cajas de Ritmos cuyo valor supera el precio
No todo lo caro es mejor
Todo el mundo sabe que Jeff Mills es el maestro de la TR-909. O que Egyptian Lover puede encender una sala con su TR-808. O que la legendaria percusionista Sheila E (que ha trabajado con Prince, Marvin Gaye, Beyoncé, Diana Ross…) es una maga del Linn LM-1.
Sin duda estos drum machines—y los artistas que las hicieron icónicas—cambiaron la historia de la música. Redefinieron el concepto de virtuosismo. Y plantaron las semillas de los nuevos géneros y generaciones. Pero hoy en día están al alcance de muy pocos productores musicales hoy en día—su precio sobrepasa los 5000 dólares.
Pero hay otra parte de la historia de los drum machines que permanece en la sombra. La historia de artistas que usaron instrumentos baratos para crear obras maestras. Una buena idea y una mezcla perfecta hacen que el material más cutre brille. Un equipo caro nunca convertirá una mala idea en una canción memorable.
Los drums machines baratos también han encontrado una segunda vida gracias al “circuit bending” (el arte de provocar un corto circuito) y los amantes de los “mods” (modificaciones). Pocos se atreven a abrir y modificar un drum machine en el que han invertido miles de dólares… Hay más espacio para la creatividad DIY (Do It Yourself—hazlo tú mismo) cuando el valor de una máquina que podrías echar a perder es menor.
He aquí 10 drum machines vintage baratos que artistas revolucionaros convirtieron en su arma secreta:
Seeburg Select-A-Rhythm Model 601B (1960s)
El Select-A-Rhythm es un drum machine americano creado por Seeburg Corporation en los años 60. Su diseño es el típico de los drum machines de aquella era. Solo permite ajustar el tempo con un knob y escoger de entre varios ritmos predefinidos y no programables.
Los presets son varios estilos de baile: bals, cha cha, rumba, bolero, swing… Pero si aumentas el tempo al máximo, la cosa se pone interesante.
Y esto es lo que llamó la atención de Martin Rev. Usó el modo Shuffle acelerado para crear el beat de una de las canciones más icónicas de Suicide: “Frankie Teardrop” (escúchala a continuación).
“Durante al menos un par de años tocábamos sin batería. Usábamos cabezales de amplificador para generar feedback. Ese era el ritmo. Y era perfecto” explicó Martin Rev—la mitad de Suicide—a RBMA.
“Me dedicaba a mirar anuncios de segunda mano. De vez en cuando encontraba un drum machine, pero no me lo podía permitir. 50 dólares era demasiado. Y una vez vi uno que costaba 30 dólares. Y resulta que era un Seeburg. Lo conecté y escuché el sonido. Y es lo que usé en “Frankie Teardrop””.
La percusión en Frankie Teardrop es apenas rítmica. Es tan insistente y persistente que se es casi una textura al estilo del “dron”. Este es un brillante ejemplo de cómo convertir una máquina aparentemente limitada en un nuevo tipo de sonido: punk “in your face”.
Roland TR-66 (1973)
El TR-66 Rhythm Arranger es uno de los primeros intentos de la casa Roland de hacer una caja de ritmos analógica. Aunque no era progamable, marcó el camino de las revolucionarias CompuRythm (CR-68 y CR-78) media década más tarde.
El TR-66 permite combinar dos patrones. El knob del centro permite escoger un patrón de kick, snare y hi-hat. Puedes superponerlo con un ritmo predefinido con los botones de colores de la parte superior. Pulsa Start. ¡Y ahí lo tienes!
El New Wave y las bandas de pop de los 80 usaban esta máquina con gran efectividad. En “Dance Away” de Roxy Music (que puedes escuchar aquí arriba), puede escuchar el preset Cha Cha. Es difícil no amar sus suaves y delicadas congas, kicks y hi-hats…
Mattel Bee Gees Rhythm Machine (1978)
Producida entre 1978 y principios de los 80, la Bee Gees Rhythm Machine fue creada por la enorme casa de juguetes Mattel. Produce un solo sonido de sintetizador: un pulse wave. Tiene tres presets—Disco, Latin y Pop— y un botón de tempo.
Cuando Kraftwerk lo usaron en su álbum Computer World y el consiguiente tour en 1981, se convirtió en un clásico de culto. ¡Pobres Bee Gees!
En esta versión en directo de “Pocket Calculator”, puedes escuchar el Bee Gees Rhythm Machine a partir de 01:00.
Otra prueba más de que, con un poco de imaginación, puedes crear un hit incluso con un juguete.
BOSS DR-55 (1980)
El Dr. Rhythm DR-55, presentado en 1980, fue uno de los primeros ejemplos del workflow “step-write” en los drum machines. Fue el primer producto de la línea de máquinas programables de BOSS, Dr. Rythm.
El DR-55 puede recordar hasta seis patrones de 16 pasos. También puede recordar dos patrones de 12 pasos, lo cual permite crear ritmos a 3/4 o 6/8. Su programación es simple: activa el modo Write y pulsa en Start para colocar un sonido en la secuencia. Usa el knob de step para pasar al siguiente step. Los hi-hats solo se pueden cambiar a 1/8, 1/12 o 1/16. El knob Variation es una función extra: permite cambiar de patrón libremente sobre la marcha.
La efectividad de los cuatro sonidos (snare, kick, cymbal y hi-hat) llamó la atención de grupos como New Order, The Cure, Sisters of Mercy y más recientemente Xeno & Oaklander.
Depeche Mode usaron el DR-55 en su álbum Speak and Spell de 1981 (escucha una de sus canciones aquí arriba). Hoy en día sigue siendo un drum machine culto que puedes encontrar por unos cientos de dólares.
Sound Master Memory Rhythm SR-88 (1981)
El Memory Rhythm SR-88, creado por Sound Master es muy similar al BOSS DR-55— en lo referente al workflow, los sonidos y el número de patrones. Pero los hi-hats son totalmente programables en el SR-88. Además, el rimshot fue sustituido por un cymbal que puedes usar como open hi-hat.
Aunque el SR-88 es genial, no tenía demasiada pegada. Robin Gurthie, de los Cocteau Twins, cuenta cómo se le ocurrió conectar esta máquina a amplificadores y distorsión de guitarra, lo que provocó el desprecio de los ingenieros:
“Por entonces sólo había un problema, las cajas de ritmos que usábamos, una Boss Dr Rythm y una Sound Master SR88 conectada al canal de distorsión de un combo HH IC100, no convencían a los ingenieros e Ivo (los mayores) y fueron sustituidas por algo “más profesional” (que acababa de salir al mercado): la Roland TR808.”
Como el DR-55, el SR-88 representaba la era ya obsoleta de las máquinas compactas step-write. Aunque estas máquinas no era especialmente buenas por sí mismas, cobran vida cuando las sampleas.
Nuestros amigos de Dubsounds descubrieron un truco genial: “Si vas al modo de programación de steps y pulsas el botón start para escribir una nota de cymbal, obtienes un decay muy largo de hasta 10 segundos, una explosión de ruido blanco clásica a principios los 80.”
Roland TR-707 (1985)
El TR-707 es un drum machine digital de Roland que samplea el TR-909. Tiene 15 sonidos en 12-bit, lo cual le da un carácter y timbre únicos. El hi-hat, los cymbals y el clap son muy similares a los sonidos originales del 909.
La interfaz es una de las mejor diseñadas, ya que cuenta con faders de volumen para cada sonido del drum kit y una tabla que muestra las secuencias.
Su sincronización MIDI y DIN permite sincronizar esta máquina con muchas otras. Y cuenta con una función a menudo ignorada: el output del rimshot se puede usar para activar hardware que funciona con voltage pulse, como el SH-101. Por supuesto, ¡muchos artistas del synth wave usaron el 707!
Hoy en día, el TR-707 está viviendo una segunda juventud—pero sigue siendo fácil de conseguir por unos 400 dólares. Es una máquina asequible, lo que permite la creación de “mods” como el de la foto.
La artista canadiense de música electrónica Marie Davidson, por ejemplo, usa de forma brillante las baterías del 707, que combina a la perfección con sintetizadores monofónicos en su último álbum Adieu Au Dancefloor:
La productora y DJ Helena Hauff es también una entusiasta del 707. Usó esta máquina en su disco de 2015, Discrete Desires, junto con la TR-808 y la TB-303. “Es una relación muy personal–haces algo y la máquina reacciona. La máquina tiene su propia mente, así que aporta algo único” escribió Hauff.
Electro Harmonix DRM 32 (1986)
Fundada en 1968, Electro Harmonix es una compañía estadounidense mundialmente conocida por sus pedales de efectos clásicos. Su breve aventura aventura en el mundo de los drum machines analógicos durante finales de los 70 y principios de los 80 pasó totalmente desapercibida.
Toda la serie Digital Rhythm Matrix (incluidos el DRM-16 y el DRM-15) tiene los mismos sonidos, pero el DRM-31 tiene 32 ritmos.
El DRM es, sin duda una máquina de electro. Sus sonidos más destacados son el space-drum y el finger snap, que suenan como un pobre tom de disco y dedos crujiendo, respectivamente.
Moby dice maravillas del DRM-32 (puedes ver una demostración aquí debajo, a partir de 06:36). Aún es fácil de encontrar por algunos cientos de dólares.
Una cosa más sobre el DRM-32, según Dubsounds: “Muchos de los sonidos tienen una “variación analógica” (especialmente los closed hats y los snaps) y no suenan dos veces igual, lo cual—si usas varios sonidos— puede dar vida a tus pistas rítmicas.”
Alesis HR-16B (1987)
El HR-16 era considerado como una máquina de hip hop. Fue el primer intento de Alesis de entrar al mercado de los drum machines.
Tiene baterías de 16-bit sampleadas y 100 patrones programables. Es muy fácil de usar, y su modelo superior (el 16B) tiene mejores samples. Los sonidos son muy claros pero un poco cursis, pero hicieron historia en manos de la banda post-riot grrrl Le Tigre.
“Pensábamos que el punk era una actitud y consistía en recoger cualquier cosa de la basura y formar una banda. Y para mí, un drum machine es una liberación total, te hace autosuficiente”, cuenta Johanna Fateman de Le Tigre.
Le Tigre usaron HR-16B para su hit de 1999 “Deceptacon.”
Aunque el HR-16B está hecho de plástico barato, esto facilita su apertura y modificación. Y con un precio tan bajo es, evidentemente, uno de los favoritos de circuit benders como Autechre y Orbital.
Roland R-8 (1989)
Una caja de ritmos clásica en los 90 era la Roland R-8 MIDI Human Composer. Fue muy premiada por su flexibilidad y gran calidad. Los parámetros de cada sonido (tune, decay, attack, nuance, output) son editables y puedes añadir tarjetas PCM para aumentar la biblioteca de sonidos. El R-8 tiene polifonía de 32 notas, 68 instrumentos y 100 patrones.
Se llama “Human Composer” por su función Feel Parches, que añade acentos y cambios de tono aleatorios, imitando así un groove más humano. Y cuenta con otra función revolucionara para su época: la posibilidad de grabar cambios en los parámetros de un sonido en tiempo real en cada patrón.
El dúo Autechre siempre ha sido esquivo a la hora de hablar de su equipo. Pero se sabe que usan un Roland R-8. Como explica FACT , “Autechre son expertos en hacer cosas increíbles con cualquier equipo la mar de sencillo.”
El R-8 fue usado, por ejemplo para crear el track “Flutter” (escúchalo aquí arriba), junto con un sampler y un Alesis QuadraVerb. Autechre también usaban mucho en R-8 como secuenciador para otros dispositivos, como el Juno-106 y el teclado Ensoniq EPS —hasta que comenzó a arder, literalmente.
Korg Electribe R (1999)
1999 fue un gran año por muchos motivos, incluido el lanzamiento de la línea Korg Electribe. El Electribe R (o ER-1) era el sintetizador de baterías que acompañaba al Electribe A (EA-1), un bajo.
El ER-1 usa una tecnología de modelado analógico que emula los sonidos de batería de “estilo analógico” con procesos digitales. Su secuenciador de 64 steps, sus capacidades MIDI, sus efectos integrados y la posibilidad de almacenar más de 250 patrones lo convierte en una herramienta realmente poderosa. Además, permite guardar modificaciones de los parámetros en tiempo real.
Los Electribes son conocidos por su fácil y divertido uso. Todos los parámetros son modificables casi en superficie, sin entrar en los menús. La mayoría de los Electribes permiten además editar tanto los sonidos, que llegan a sonar de forma extraña, lo cual permite crear sonidos muy originales. Las dos entradas de audio permiten conectar otro instrumento y sincronizarlo con el secuenciador.
The Prodigy eran muy fans de los Electribes, especialmente el sampler ES-1 para actuar y el ER-1 para grabar. Usaron el ER-1 en su álbum Always Outnumbered, Never Outgunned (escucha una de sus canciones a continuación).
Liam Howlett—teclista y compositor de la banda—dijo a Korg en una entrevista: “El ER-1 no requiere demasiado procesamiento o EQ—suena realmente bien tal cual.”
Los Electribes no son tan icónicos como el 808 o el 909, pero son un objeto de culto entre los músicos de directo. Si fuera tú, me compraba uno antes de que el hype haga que los precios suban…
Bonus: Wurlitzer SideMan 5000
Ikutaro Kakehashi—fundador de Roland e inventor del 808 y el 909—comenzó a interesarse en los drum machines después de ver el Wurlitzer SideMan 5000. ¡Así que merece una mención!
El SideMan es la primera caja de ritmos disponible en el mercado, y se remonta a finales de los 50. Esta máquina usa una mezcla de electrónica y partes mecánicas motorizadas para producir diez sonidos y varios patrones por defecto. Su secuenciador único consiste en una chapa circular que da vueltas. El SideMan cuenta con un chasis de madera y básicamente se parece a la mesita de noche de tu abuela.
Hoy en día, puedes encontrar el SideMan en sótanos de iglesias por precios decentes. El problema es encontrar a alguien que pueda repararlo—y encontrar las partes a reemplazar…
Esta máquina se convirtió en el gran proyecto de Darsha Hewitt: no sólo la reparó, si no que además creó una serie de videos en los que mostraba su funcionamiento. Puedes ver la aventura del SideMan 500 a continuación—te puedo garantizar que aprenderás algo.
Además, con canciones actuales como el “Hotline Bling” de Drake, los sonidos de esta era de drum machines están volviendo a ponerse de moda. Escucha y descarga un pack de samples del SideMan en la página Freesound de nuestra compañera Softcoresoft y crea tu propio hit.
No todo lo caro es bueno
Aunque parezca que estos drum machines tienen poco que ofrecer en comparación con las tecnologías de producción actuales, muchos artistas han demostrado que usar equipo barato de forma creativa es sinónimo de crear música excepcional.
Echa un vistazo a las webs de segunda mano o date un paseo por el rastro de tu ciudad para encontrar equipo usado por poco dinero. Sampléalo, úsalo en tu DAW, usa efectos y masterízalo. Te sorprenderá el número de posibilidades que ofrece.
A lo largo de la historia de la tecnología músical han aparecido cientos de máquinas para ser creativo, así que atrévete a probarlas.
Combinar lo viejo con lo nuevo, lo barato con lo mejor, lo analógico con lo digital. De eso va la cosa.
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