Cómo escoger el compresor perfecto para cada ocasión
La compresión es una de las herramientas de mezcla más poderosas. Se trata del elemento esencial detrás de cada buena mezcla.
Pero para que tus compresores funcionen correctamente, antes es esencial comprender la compresión.
En un primer momento, puede resultar intimidatorio comenzar a estudiar este tema tan extenso, especialmente teniendo en cuenta que los controles y sus efectos en la señal de audio pueden ser difíciles de entender según tu sonido.
Este artículo te ayudará a comprender los efectos de la compresión y cómo elegir la configuración perfecta, así como algunos errores comunes a evitar.
Pero antes…
¿Qué es la compresión?
En la música, la compresión es el proceso de reducción del rango dinámico de una señal. El rango dinámico es la diferencia entre la parte con más nivel y la parte con menos nivel de una señal de audio.
Si deseas que las señales de audio suenen de forma natural en tus producciones, tendrás que reducir el rango dinámico de gran parte de ellas.
Por ejemplo: Imagina un susurro y un grito en la misma pista de audio. ¡Si tuvieran la misma diferencia de volumen que en la vida real, resultaría muy molesto!
Los compresores arreglan este problema atenuando las partes más altas de tu señal y amplificando el resultado, de forma que las partes más bajas estén más presentes.
Imagina un susurro y un grito en la misma pista de audio. ¡Si tuvieran la misma diferencia de volumen que en la vida real, resultaría muy molesto!
Uso de la compresión
Los ingenieros más experimentados suelen hablar de la diferencia de “musicalidad” entre un compresor y otro.
Se trata de un concepto importante. Tus dinámicas son uno de los aspectos más fundamentales para que tu sonido sea único.
Cuando usas un compresor para cambiar estas dinámicas, el ingeniero de mezcla pasa a formar parte de la interpretación musical.
Si tus compresores funcionan correctamente, contribuirán de forma positiva a la interpretación, y harán una buena grabación suene aún mejor.
Transientes: captar los momentos de mayor energía
Para entender la compresión, es necesario conocer las transientes.
Las transientes son los momentos iniciales de mayor energía de un determinado sonido en tu onda de audio. Estas explosiones aportan a nuestro cerebro mucha información respecto a la calidad de un sonido.
Puesto que las transientes suelen tener un volumen mayor que el resto de tu onda de audio, los compresores tienen un importante efecto sobre estas.
Por ejemplo: Piensa en un snare cortante. En el golpe del snare, hay un pico en la onda de audio que luego se desvanece. Este pico inicial de energía es la transiente.
La compresión permite encontrar el equilibrio perfecto para una canción con un buen rango dinámico, dándole más cuerpo y presencia.
Una onda de audio con una buena dinámica tendrá muchas transientes, que corresponden a la aparición de cada sonido, que luego se desvanece en tu composición. Las transientes, y su eventual declive, son lo que hacen que tu onda de audio tenga forma de raspa de pescado.
Es posible que una canción sea demasiado dinámica. Si tu canción solo tiene transientes y ningún cuerpo, no resultará interesante para el oído.
También es posible lo totalmente opuesto. Una canción sin dinámicas puede hacer que tu canción no tenga vida y resulte cansada para el oído, además de resultar en una onda de audio en forma de ladrillo.
La compresión permite encontrar el equilibrio perfecto para una canción con un buen rango dinámico, dándole más cuerpo y presencia.
Las mejores configuraciones de compresión para tu mezcla
Regla de oro: Cuando comprimas, piensa siempre en ‘no echar a perder tu sonido.’
¿Te acuerdas de las transientes que acabas de descubrir? Tu compresión debería preservar su carácter, no destruirlo. Una buena mezcla necesita subidas y bajadas de energía para atraer al oído humano.
Incluso si usas un compresor muy coloreado o aplicas compresión como efecto creativo, tu objetivo debería ser mejorar las dinámicas naturales y musicales de tu señal—no destruirlas.
Incluso si usas un compresor muy coloreado o aplicas compresión como efecto creativo, tu objetivo debería ser mejorar las dinámicas naturales y musicales de tu señal—no destruirlas.
Cuando busques la configuración perfecta, escucha atentamente los cambios en las dinámicas en lugar de los cambios en los timbres.
Mientras experimentas con los diferentes valores, plantéate las siguientes preguntas:
- ¿Qué estoy intentando conseguir con mi compresión?¿Se trata de un cambio correctivo o estético?
- ¿Qué partes de mi señal están ganando volumen?
- ¿Que le está ocurriendo a mis transientes y mi rango dinámico?
- ¿Resulta sencillo localizar el punto en el que ocurre la reducción de nivel?
- ¿Estoy abusando de la compresión?
Para responder a estas preguntas y muchas más, revisemos los parámetros con los que cuenta casi cualquier compresor, y los conceptos que necesitas conocer para configurarlo correctamente.
Threshold
Tu threshold (umbral) fija el nivel de señal en el que tu compresor se activará. El threshold mide en dB, con lo que cualquier señal por encima del mismo será comprimida.
Cuando fijas tu threshold, decides qué parte de tu señal quieres reducir.
Cuanto más bajo sitúes tu threshold, mayor será la porción de tu señal cuyo nivel se reduce con la compresión. Cuanto mayor sea, más afectará exclusivamente a los picos más agresivos, dejando el resto de señal intacto.
Para establecer el threshold a un nivel perfecto, piensa en lo que deseas conseguir aplicando compresión, y qué partes de tu señal son más problemáticas.
¿Las transientes altas de tu señal resultan una distracción para el resto de tu mezcla? ¿O tal vez el decay de tu sonido no se escucha lo suficiente?
Cuando comprimas, piensa siempre en ‘no echar a perder tu sonido.’
Sitúa tu threshold en un punto en el que notes que la compresión afecta a la parte de la señal que deseas modificar, nunca por debajo de este punto.
La configuración perfecta del threshold depende de tus necesidades. Vuelve a escuchar tu producción y ajusta sobre la marcha para encontrar la cantidad perfecta.
Ratio
El ratio determina la cantidad de reducción de nivel que tu compresor aplica cuando la señal sobrepasa el threshold. Se le llama ratio porque se expresa en función de la señal no afectada.
Cuanto mayor sea el primer número del ratio, mayor sera el factor por el que se reduce el nivel.
Por ejemplo, podemos decir que una señal comprimida tendría un ratio de 1:1 y un limitador brickwall (que no deja que ninguna señal sobrepase el threshold) tendría un ratio de ∞:1.
Las configuraciones más comunes son las que se encuentran entre 1.5:1 y 10:1.
Un número más bajo al principio del rato ofrecerá una compresión más suave, que puedes aplicar a toda tu mezcla, mientras que un número más alto ofrecerá un intenso efecto de aplastamiento.
Cuando hayas establecido un threshold al nivel deseado, escucha cómo aumentar y disminuir el ratio modifica el sonido, para encontrar así el ratio perfecto.
Cuando aumentes el ratio, escucha atentamente para encontrar el punto en el que la reducción de gain resulta aparente. Párate justo antes de que resulte demasiado obvio y comience a impactar de forma negativa en el sonido.
Attack y Release
El Attack y el Release forman parte del mismo rango de control—el timing con el que comienza (attack) y termina (release) la reducción de ganancia del compresor.
Ya sabes que cuando la señal sobrepasa el threshold, el compresor comienza a reducir la ganancia según el ratio que has establecido.
Pero la forma en que la señal se reduce está determinada por los controles de Attack y Release.
El Attack y el Release definen si el compresor alcanza todo su rango de reducción de ganancia directamente o más gradualmente.
Juntos, son los controles más cruciales para conseguir una compresión natural y musical. Fija un Attack demasiado rápido y tus transientes se aplastarán. Fija un release demasiado rápido y te arriesgas a crear un efecto de ‘pumping’ poco natural.
Asegúrate de tener claro qué elementos del sonido han de conservar su dinámica, y configura tus tiempos para ello. Una buena compresión comienza con un buen plan de qué sonidos necesitan qué tipo de procesamiento.
Consejo práctico: Usa el medidor VU de los compresores para ver cómo se mueve la aguja. ¿Se mueve al ritmo de la música? Entonces te estás acercando a unos niveles correctos de attack y release.
Existen otros controles en los compresores, pero no entraremos en detalle. Con un buen conocimiento de estos 4 parámetros, tendrás una base más que sólida para conseguir una compresión de calidad.
Errores comunes de compresión
Uno de los signos más evidentes de que una canción ha sido mezclada por un ingeniero con poca experiencia es el uso inapropiado de la compresión.
He aquí algunos errores a evitar mientras exploras y experimentas con los controles de tu compresor.
1. Fijar un attack demasiado rápido en la batería/percusión
Es probable que te sientas tentado a darle potencia extra a tus elementos percusivos favoritos en la mezcla usando tu compresor favorito. Pero hasta lo bueno tiene sus límites.
Si el attack es demasiado rápido, simplemente reducirás el “impacto” de este elemento percusivo forzando demasiado los primeros instantes de este sonido.
Los golpes de percusión han de ser dinámicos, así que ¡no los toques!
Puede ser fácil pensar que un attack más rápido suena mejor cuando escuchas la batería en solo, pero en el contexto de la canción, las baterías desaparecerán si las transientes han sido limitadas de forma demasiado agresiva.
Los golpes de percusión han de ser dinámicos, así que ¡no los toques!
2. Ciertos timings de attack y release pueden provocar que las frecuencias bajas distorsionen
Esto es algo más común en en los compresores hardware, pero los plugins—especialmente aquellos que reproducen de forma realista los modelos analógicos—también pueden verse afectados.
Por ejemplo: digamos que estás intentando tratar el salvaje attack de un bajo tocado con una púa. Quieres fijar el attack de tu compresor lo más rápido posible para mejorar las transientes, pero te das cuenta de que cuando lo haces, aparece una desagradable distorsión.
Esto ocurre porque el periodo de frecuencias bajas de una onda suele ser bastante largo. Si el attack del compresor está fijado a un nivel lo suficientemente rápido, la reducción de ganancia puede comenzar a hacer efecto en solo un ciclo de la onda de audio. Esto produce un pequeño ‘clip’ en la onda de audio y produce una distorsión audible.
Existen dos soluciones para evitar este problema:
La primera es colocar un filtro hi-pass en el sidechain del compresor para que el detector solo “escuche” las frecuencias altas.
Si usas un plugin de compresión, otra opción es usar lo opción “lookahead” (mirar hacia delante).
Esta función hace que el compresor responda unos milisegundos antes del comienzo de la transiente, lo cual deja suficiente tiempo como para que las largas ondas de la frecuencia baja pasen sin provocar distorsión.
Consejo práctico: Puedes aplicar este mismo proceso con hardware, así como duplicando la pista en tu DAW, lanzándola unos instantes antes y enviándola al input del sidechain de tu compresor mientras que la pista original se envía al input normal del mismo.
3. Dar por hecho que todos los compresores son iguales
Esto es algo más personal, pero es importante recordar que no todos los compresores funcionan exactamente de la misma forma.
Por ejemplo, el compresor 1176 FET cuenta con uno de los sonidos de compresión más esenciales en la música, y estaba ilusionadísimo cuando conseguí una emulación de este.
No todos los compresores funcionan exactamente de la misma forma.
Comencé a usarlo directamente pero tardé como seis meses en darme cuenta de que las direcciones de los knobs de attack y release están invertidas debido al diseño del hardware analog.
Si empiezas a usar un nuevo proceso o plugin, asegúrate de echar un ojo a las instrucciones para descubrir cómo funciona y usarlo con confianza.
La compresión perfecta
Un buen entendimiento de tus herramientas es esencial para que tus mezclas suenen pulidas y profesionales. Puede que la compresión sea la más importante, así que asegúrate de hacerlo todo bien.
Cuanto comiences a acostumbrarte a escuchar el efecto de los compresores en tus grabaciones, trata de explorar otros compresores y sus utilidades en cada caso particular. En menos de lo que esperas, tendrás una obsesión por los clásicos vintage.
Ahora ya conoces todos los secretos de cada uno de los knobs de tu compresor. ¡Vuelve a tu mezcla y dale el toque de compresión perfecto!
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