5 estrategias de producción que te ayudarán a superar los bloqueos creativos
No hay nada mejor que una sesión de estudio productiva.
Aprender nuevas técnicas, probar cosas nuevas o terminar canciones te da una esperanza, una inspiración y un entusiasmo que duran varios días.
Pero claro, estos momentos no son los más frecuentes. La creatividad y la productividad son escurridizos y componer canciones no siempre es una tarea fácil. Se trata de una batalla constante que requiere concentración y esfuerzo.
Pero un momento de claridad compensa horas de frustración—Estos momentos son los que te dan ganas de seguir.
¿Cómo amplificar estos buenos momentos y atenuar la frustración? ¿Cómo evitas los irritantes bloqueos que aparecen en el peor momento, cuando estás escribiendo una canción?
Es una cuestión de estrategia Deberías enfocar tu propio proceso con la misma creatividad con la que produces tu sonido único.
Estos 5 enfoques te ayudarán a pensar de forma de forma diferente en tu proceso, evitar los bloqueos creativos y, sobre todo, terminar más canciones.
El workflow perfecto
Bloqueo: Tus ideas se te escapan porque tu estudio no está optimizado para capturarlas rápidamente.
Las ideas duran muy poco. El primer paso para grabar, preservar y crear a partir de tus ideas es un estudio de grabación creado para capturarlas lo más rápido posible.
Si tienes que conectar tres máquinas, desconectar otras dos, cambiar los enchufes y buscar los cables de audio necesarios en el momento en el que te llega la inspiración, algo va mal.
Remedio: Cuestiona tu proceso y tu setup
Revisa todos y cada uno de los procesos que realizas durante una sesión de estudio típica y pregúntate si existe una forma más sencilla de llevarlo a cabo.
Agilizar tu proceso creativo para por algo tan sencillo como reorganizar el escritorio de tu estudio.
Si tu controlador MIDI es el centro de tu workflow, debería también ser el centro de tu estudio.
Si tienes que conectar tres máquinas, desconectar otras dos, cambiar los enchufes y buscar los cables de audio necesarios en el momento en el que te llega la inspiración, algo va mal.
La creación constante es una cuestión de hábitos. Resulta sencillo hacer lo que siempre hacer si plantearte demasiadas preguntas. Pero es posible que tus hábitos te estén ralentizando. Piensa en una situación que podría ocurrir durante la fase creativa de un proyecto.
Por ejemplo: si se te ocurre un patrón de bombo y bajo perfecto, plantéate las siguientes cuestiones:
- ¿Cuántos pasos he de hacer hasta el momento de la grabación?
- ¿Qué pasos podría eliminar o simplificar?
- ¿Tengo alguna costumbre poco productiva que podría evitar?
- ¿Mi workflow sería más rápido si cambiara mi equipo de lugar o lo conectara de forma diferente?
Piensa también en la forma en la que te desplazas por tu estudio. Si usas el Moogerfooger en todas tus canciones, no deberías ponerlo en la otra punta del estudio. Mejor tenerlo a mano.
Cuestionar tus procesos más comunes te servirá para no volver a perder ideas porque tu estudio no estaba optimizado para una creación eficiente.
Optimiza al máximo tu workflow y dedica un par de horas a la semana a reorganizar tu estudio.
El enfoque temporal
Bloqueo: No tienes tiempo.
Todo creador necesita TIEMPO. Pero lo cierto es que la mayoría de músicos no tienen demasiado. Los compromisos y las actividades cotidianas pueden acabar comiéndose tu tiempo de estudio bastante rápido.
A veces piensas que no tienes tiempo para crear nuevas canciones. ¿Cuál es la solución?
Remedio: Planifica tus sesiones de estudio y aprovecha al máximo el tiempo que TIENES.
Sacar el máximo partido de tu tiempo en el estudio es la mejor manera de comenzar. Reserva el máximo de tiempo posible a la creación y ajústate a tu organización lo máximo posible.
Aunque tu estudio esté en tu cuarto o en tu casa, deberías poder dedicar un poco de tiempo a la creación. Organizar una sesión de estudio tiene sus beneficios:
- Sabes que vas a crear, con lo que pensar en ideas por las que comenzar te ayudará a sacar el máximo partido de tu sesión
- Las sesiones de estudio organizadas te ayudarán a evitar las posibles distracciones que habrían aparecido si no te hubieras reservado un momento para crear
- Una cantidad limitada de tiempo para crear te permite organizar tu sesión de estudio en bloques (por ejemplo, improvisación, grabación, arreglo, mezcla y masterización)
- Tener una hora de fin de tu sesión te ayudará a estar concentrado, no perderte en un sonido y evitar tareas que consuman demasiado tiempo
Consejo práctico: Planifica tu sesión de estudio a la misma hora cada día o semana.
Las rutinas son sinónimo de productividad. Si trabajar en tu música es parte de tu rutina, acabar canciones también acabará siendo parte de esta.
No hagas música cuando hayas acabado el resto de tareas. Haz que la música sea una tarea en sí.
El enfoque narrativo
Bloqueo: te obsesionas con los pequeños detalles que ralentizan tu ritmo de creación y finalización de canciones.
Las canciones funcionan como unidades. Hacer que cada parte suene lo mejor posible es parte del proceso para que una canción sea genial. Pero centrarte demasiado en una parte es bastante poco productivo.
Una hora se convierte rápidamente en dos si a penas has terminado una sección de la canción. Todos hemos pasado por ahí. No pasa nada nuevo, y tu canción se vuelve aburrida en pocos minutos.
Remedio: Divide tu sesión en secciones y asigna una cantidad limitada de tiempo a cada una.
La mejor forma de evitar los bloqueos en un proyecto es asignar el tiempo que deseas dedicar a cada tarea en una sesión.
Divide tu sesión en secciones y ajústate a ésta pase lo que pase.
Trata de ver tu sesión como una historia desplegable. Un buen escritor no divaga sobre algo durante cientos de páginas. La historia mantiene un ritmo, una acción, y cautiva la atención del lector.
Tu sesión debería poder mantener la atención. Si te centras demasiado en una sección de tu canción (o de tu historia), se volverá aburrida rápidamente.
Si tu sesión dura 2 horas, asigna:
- 30 minutos para improvisar
- 30 minutos para grabar
- Una hora para editar y arreglar
Piensa en cada parte como un elemento de una historia.
Esto solo funciona si estás dispuesto a pasar a la siguiente parte aunque un detalle no esté ‘perfecto’ aún. Esto te ayudará a evitar centrarte en una sección durante demasiado tiempo, o editarla cuando en realidad deberías estar creando.
Producir es algo orgánico y necesitas una corriente narrativa para permanecer concentrado y estimulado. Así que divide tus sesiones y céntrate en el tiempo de creación.
Consejo práctico: Usa una app de workflow para controlar el tiempo de tu sesión. Existen varias apps gratuitas que puedes probar, como 30/30 y My Minutes.
La primera escucha
Bloqueo: Tus sesiones no van en ninguna dirección determinada y te resulta difícil mantenerte concentrado. Resulta muy complicado tener las cosas claras cuando navegas sin rumbo.
Entrar al estudio con algunas ideas en mente suele funcionar. Pero conseguirlas y decidir cómo vas a construir tu canción a continuación resulta difícil si te sientas e inmediatamente comienzas a trabajar.
Remedio: Comienza por escuchar y alcanza el mejor estado mental para crear.
Cada vez que entras en el estudio, es importante vaciar tus oídos y tu mente. Toda la escucha que haces a lo largo del día es pasiva. Pero cuando entras en el estudio estás pasando a la escucha activa.
El cerebro necesita un poco de tiempo para hacer esa transición. Comienza tus sesiones con un poco de escucha reflexiva. Concéntrate en respirar y relajarte lo máximo posible. Olvídate de todo lo que vives en el día a día.
Si hay una canción que te inspire en particular, escúchala con tus auriculares o monitores y trata de concebirla como una unidad. Resiste a la necesidad de fijarte en partes, progresiones y técnicas. Simplemente escucha.
Cada vez que entras en el estudio, es importante vaciar tus oídos y tu mente.
O tómate cinco minutos con un generador de ruido blanco para entrar en tu zona de comfort. Aplicaciones como Noisli son creadas para mejorar tu productividad o ayudarte a alcanzar el estado de ánimo idóneo para la creación.
Antes de comenzar tu sesión, dedica 5 minutos a centrarte en tu estudio.
Esto te permitirá concentrarte desde el inicio de tu sesión y te permitirá hacer la transición al modo de escucha activa que necesitas para hacer tu mejor trabajo.
La hoja en blanco
Bloqueo: Comenzar es sencillo. Pero terminar canciones es imposible. Tienes un millón de proyectos sin terminar y que no van a ninguna parte.
Resulta sencillo tener ideas con tantas herramientas creativas a tu disposición. Pero los efectos secundarios de las posibilidades infinitas son la indecisión y la excesiva edición.
Remedio: Si no terminas una canción, bórrala y comienza desde el principio tu siguiente sesión.
Puede parecer drástico, pero se trata de una técnica que muchos productores utilizan. Producir con un elemento de directo es genial para la productividad.
Si al final de la sesión no te gusta lo que escuchas, elimínalo. Tu estudio estará listo mañana para otra sesión.
Además, concebir tu música improvisando en directo ofrece un sonido más orgánico en el que los errores se pueden convertir en aciertos.
Esto te ayudará a superar el miedo a la “perfección” y a asegurarte de que no te pierdes en los detalles.
De este modo, el ciclo de trabajo de tus canciones será más corto y podrás terminar más canciones de las que te pensabas capaz. A veces, comenzar desde la casilla de salida es lo mejor que puedes hacer.
Más canciones, más rápido y mejor.
Cuando te gusta crear, quieres hacerlo todo el tiempo. Así que deberías hacer todo lo posible para recrear esos momentos creativos mágicos.
Tampoco tienes que usar los enfoques mencionados anteriormente. Trata de encontrar el enfoque que mejor funcione.
Porque la mejor de las sensaciones es la de haber acabado algo. Así que ya puedes pasar a la canción siguiente.
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